miércoles, 30 de diciembre de 2009

Una madre atribulada

En ésta ocasión voy a referirme al caso de Miroslava Rivera Cota, una madre atribulada y desesperada por la sustracción de su hijo Emiliano Hernández Rivera, por el señor Raúl Hernández Sánchez, padre del niño.

Emiliano nació en Mexicali, B.C., el 30 de Septiembre del año 2003, fue registrado por su padre y su madre el 10 de Octubre de ese mismo año, según consta en acta No. 572 del Registro Civil de Mexicali. Al dar por terminada la relación de la pareja, ella siguió viviendo en Mexicali y él se fue a residir a Calexico, en la casa de sus padres. Emiliano se quedó con su madre y convinieron en que él lo visitaría las veces que deseara.

En el mes de agosto de 2004 Emiliano se enfermó y hubo necesidad de medicarlo de manera específica. La abuela paterna que no trabajaba, se ofreció a cuidarlo mientras duraba el tratamiento. Miroslava aceptó, pensó era lo mejor para el niño ya que a ella por su trabajo se le iba a dificultar atenderlo. Por la mañana lo llevaba a Calexico a la casa de la abuela y lo recogia por la tarde al salir de su trabajo. Cuando la señora lo pedía o hacía mucho frío el niño se quedaba a dormir.

Dio su consentimiento para que lo inscribieran en el Jardín de Niños. Continuó con la misma rutina de llevarlo y recogerlo diariamente de lunes a viernes; los fines de semana se quedaba con ella en Mexicali. Posterormente, sin su consentimiento, lo inscribieron en la escuela en Calexico, ella por no tener problemas cedía esa dinámica de convivencia que se suscitaba, deseaba evitar problemas con el señor Hernández que afectaran al niño en su integridad emocional.

En el mes de Junio de 2008 fue notificada Miroslava de una demanda en su contra ante la Corte Superior del Estado de California, en la que el señor Hernández solicita la guardia y custodia tanto física como legal de Emiliano. Ese mismo mes, el señor Hernández presentó ante el Juez Primero de lo Familiar en Mexicali, demanda por la custodia del niño. En ambas demandas Miroslava promovió su defensa legal.

El 7 de Julio de 2008 al ir a recoger a su hijo al Parque Juventud 2000 de Mexicali donde lo inscribió en los cursos de verano en las clases de natación, por estar de vacaciones viviendo con ella, se presentó en señor Hernández acompañado de seis policías, un actuario y un abogado, requiriendo la entrega del niño mediante orden del Juez Primero de lo Familiar que otorgaba al padre la custodia provisional del menor.

El 29 de Septiembre de ese mismo año en audiencia de conciliación en el Juzgado Primero de lo Familiar en Mexicali, llegaron a un convenio que se elevó a sentencia ejecutoriada que establece que a partir del 7 de enero del 2009 Emiliano viviría con su madre de lunes a viernes e ingresaría a la escuela en Mexicali, y con su padre de las 17 horas del viernes a las 18 horas del domingo. Asimismo se pactó una cantidad mínima para pensión alimenticia.

En el mes de diciembre de 2008 el padre de Emiliano se lo llevó a Calexico sin el consentimiento de la madre que no cuenta con visa para ingresar a Estados Unidos. Sustracción que viola la sentencia ejecutoriada de un juicio que él promovió en el Juzgado de Mexicali, y se ampara en el juicio que se lleva en la Corte Superior del Estado de California que no ha reconocido esa sentencia a pesar de ser definitiva.

Desde el día que le sustrajeron al hijo, la madre no ha tenido paz ni sosiego, ha andado de tribunal en tribunal tanto en México como en Estados Unidos, en Relaciones Exteriores de uno y otro país, sometida a presión de estrés que le ha provocado problemas de salud y sobre todo al dolor de que han pasado más de once meses sin tener a su hijo, quien le pide lo lleve con ella, situación que ha causado al niño daño en la salud emocional. A pesar de todo Miroslava no pierde la fe en que la justicia le ha de regresar a su hijo.
Concepción Vizcarra de Arámburo
Luchadora social y residente de Tecate, B.C.
Artículo publicado en Semanario Zeta del 20 al 26 de Noviembre de 2009






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